Entró en casa con aspecto cansado, colgó el abrigo, el sombrero y el bastón lo dejó en el paraguero. Hinchó el pecho y comenzando una sonrisa cada vez más extensa, cuánto más cerca se hallaba del dormitorio, entró en la alcoba dónde su mujer, una anciana menuda, con la mirada ausente y lividez en el rostro, le esperaba.
Con gestos amorosos y cálidos, la besó en la frente, le limpió el hilillo de saliva que caía por la comisura de la boca y con voz suave empezó a comentarle los preparativos de sus respectivos viajes.
"Querida, la carta para nuestra nieta ya está en el correo, ahora te pondré el vestido estampado, el que tanto te gustaba, te suministraré la medicación y una vez que tú estés en tu viaje sin retorno, realizaré el mío; por favor cariño, espérame."
Miró el reloj, y emprendió con celeridad los pasos que le había mencionado. Con un beso en cada mano, se despidió, los ojos de la mujer antiguamente brillantes, se fueron apagando y él se los cerró. Mientras la puerta de casa se abría y oía los pasos ligeros de su hija, abrió el balcón y santiguándose cayó al vacío. No pudo oir los gritos de su hija, ni ver los titulares de la prensa....
Dos días más tarde, su nieta abría una carta escrita y firmada por su abuelo: "...ya teníamos todo hecho, no queríamos ser una carga para nadie, y la sola idea de pensar estar separados era más cruel que la propia muerte. ¿Tan dificil es de entender y comprender que dos personas que se han amado con locura y respeto durante 62 años, no quieran separarse? Eres muy joven, pero por eso mismo creo que entenderás que no sólo la juventud pueden ser Romeo y Julieta, también en pleno siglo XXI, existen amores como el de los amantes de Teruel. Pido, que no seais muy severos conmigo y recordarme como alguien que amó siempre con un corazón joven."
Irene
Ya, pero Romeo no mató a Julieta.... Hay crímenes que sin duda se pueden entender y hasta perdonar. Pero siguen siendo crímenes, y es mejor gente la que deja la vida sin despedirse con un crimen que va a causar dolor a sus personas cercanas, si las tienen. Aunque también les alivie, no hay que matarse por aliviar a los demás, que también han de tener sus cargas.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, y es terrible el crimen, pero Dios nos libre de estar en el momento tan desesperados como para acabar con nuestra propia vida.
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